sábado, 19 de febrero de 2011

PROFESOR QUÍLEZ



A principio de los años sesenta, el colegio de La Seda tenía 160 alumnos con edades comprendidas desde lo 6 hasta los 14 años y divididos en grupos de 40 niños –solo niños- por clase, un total de cuatro grupos atendidos por cuatro profesores. En aquella época, el concepto de tutores transcendía más allá de la responsabilidad de la enseñanza. Después de dedicar la mayor parte de mi vida a la jardinería he aprendido –entre otras cosas- que un tutor es siempre lo que evita que un pequeño árbol, joven y tierno, adquiera una forma torcida. Cuando se plantó el árbol, era recto, pero el viento y la erosión de los días podían torcerlo, inclinarlo e incluso desarraigar.
El tutor, habitualmente una estaca de madera tratada para la intemperie, sujetaba el pequeño retoño para que creciera recto y fuerte.

Cuando pienso en los profesores de la escuela La Seda, pienso en que ellos eran unos eficaces tutores, unas buenas personas.

¿Qué hizo posible que estos hombres, maestros, pero al fin y al cabo personas preocupadas y frágiles, pudieran influenciar en nosotros favoreciendo nuestro crecimiento?
La entrevista realizada al profesor Valentín Quílez Carela para la revista EL GUSI “50 Aniversario”, nos da algunas respuestas:



  • ¿Qué recuerda de los primeros cursos?

-“ ...,Siempre he tenido la convicción de que lo mejor de el colegio eran las familias de estos 160 niños. Puedo asegurar que casi la totalidad de ellos, confiaban en nuestro trabajo y colaboraban con nuestra labor. Nos sentíamos apoyados. Lo cual era muy importante para mantener la ilusión del educador”-

El profesor Quílez inició su andadura como educador del colegio La Seda el 1 de septiembre de 1965 hasta el 31 de agosto de 2001, [36 años].
Muchos de nosotros tuvimos la suerte de conocerle en los años setenta, lo recuerdo con su manera tan respetuosa y coloquial de relacionarse con los alumnos. Eran un gran pacificador y hombre de temperamento aragonés, pero compasivo e imparcial.
Cuando lo pienso: solo 4 profesores para 160 mocosos dispuestos a fundir el colegio con nuestras travesuras e indisciplina, parecíamos bosnios, solo puedo sentir reconocimiento por todo lo que me enseñó.



¿En general, cómo eran los alumnos de hace 50 años comparados con los actuales?

-Yo creo que lo que más ha cambiado ha sido el entorno social general y familiar. Parece que, a veces, la estresante tarea diaria dificulta la capacidad de concentración de muchos niños, la ausencia de unas normas de conducta referenciales…

El Sr. Quílez fue mi profesor de literatura y en cierto modo mi amor por los libros es gracias a él. Hace unos años visité el colegio, hablé con él, y ¿podéis creerlo?, me reconoció enseguida. ¿Cuánto tiempo habían pasado, cuantos alumnos antes y después de mí? Evocó en mi mente cosas que ya ni recordaba y me sentí como un personaje de la película “los niños del coro”.
Si algo aprendí en más de 25 años de jardinería es que un tutor es siempre necesario.

3 comentarios:

  1. Valentin Quilez Chavez, de San Martin del Rio en Teruel,

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  2. Hola, soy Jose Antonio Lorenzo Sicilia. Soy de la quinta del 85. Si alguien de aquella clase ve el comentario y le apetece me haría ilusión que contactara conmigo. lorenzosicilia1985@gmail.com

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  3. Ha sido una grata y emotiva sorpresa encontrarme inesperadamente con este blog. También fui profesor de esta escuela y dentro de mi carrera docente, La Seda ocupa un lugar primordial llena de referencias gratificantes y emotivas. No he vuelto a saber nada de Valentín , un excelente profesor, una gran persona y un generoso amigo. Por cierto,soy José Luis López Terol. Un fuerte abrazo.

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